La crisálida… Un tiempo de espera
- Maria Alejandra
- 27 oct 2021
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 28 oct 2021
Esperar en Dios no es nada fácil; cuando estamos en la espera es como estar en la crisálida, todo es oscuridad y quietud, pero eso no quiere decir que no esté ocurriendo nada, porque Dios está obrando en nuestro interior, tal vez no vemos nada pero está ocurriendo.
Alguien una vez me envió una frase que decía que un árbol crece en silencio pero cae con mucho ruido, así que en esa crisálida está creciendo nuestro milagro o eso que estamos esperando, cuando no ves nada y esta oscuro es muy duro creer que hay un camino, pero sí que lo hay, tal vez es solo que Dios quiere guiarnos en medio de la penumbra.

Esperar es todo un desafío, Dios a algunas de nosotras nos lleva a ser una maestría, yo voy como por el doctorado jajajaja, en ocasiones me siento como Jacob peleando con el ángel por cada cosa que le pido.
No sé si ustedes algunas veces se sientes frustradas, a mí me pasa, oro por las personas y Dios me da palabra para ellas, aún en las cosas más cotidianas pero para mí es guerrear cada respuesta, cada petición, cada milagro, por eso alguna vez di una charla de esperar sin desesperar, porque lo vivo diariamente.
En este tiempo de covid Dios me ha probado fuertemente en la espera y debo confesarles que no ha sido fácil, no porque no lo haya vivido antes sino porque me he sentido cansada de luchar, así que Dios me habló y me dijo que estaba en una crisálida, que no luchará más, si la oruga lucha, si se resiste, no se puede llevar el proceso dentro de ella, cada cosa que vivimos aunque pensemos que dependen de Dios o que es por otros, en realidad es en nosotras, Dios quiere trabajar en nuestra vida cuando nos pone a esperar, algo está haciendo en nosotras, tal vez nuestro primer pensamiento es que Dios no nos escucha o que se rehúsa a respondernos, pero no es así, Él quiere como buen alfarero con sus manos amorosas moldearnos, ese dolor son sus manos trabajando en nosotras, ¿por qué lo quiere así? No lo sé, en ocasiones pienso que es porque al que se le da mucho se le pide mucho y que Dios quiere que aprendamos a esperar su tiempo.

Hace poco días me pasó, estaba orando por una palabra y pasó el día y no llegó ninguna, pero como siempre, Dios me usa para darle a muchas personas que me pide oración y me puse a llorar esa noche haciéndole muchas preguntas a Dios y al otro día prendí tarde mi celular y al mirar WhatsApp había tres palabras para mí y mi corazón se estremeció, y mientas los leía escuchaba a Dios diciéndome: “Es en mi tiempo”( ohhhh dolor 🥺)
Y entendí que Dios está trabajando en mí, en el entender que no es en mi tiempo que es en el suyo, que debo entregar el control, que debo entregar mi agenda y flotar, esa palabra me la ha dado Dios muchas veces, si vez cuando flotamos en el agua nos dejamos llevar, nos desconectamos, lo curioso de la palabra es que a mí me fascina hacerlo, cada vez que vamos a piscina, me gusta meterme cuando está sola y me pongo a flotar en ella, sin pensar en nada, escuchado el ruido de la naturaleza, dejándome llevar por las tranquilas aguas, pero en la vida real tú quieres saberlo todo, jajajajaja

Esperar el tiempo de Dios es entender que debemos sincronizarnos con su reloj, lo sé, es difícil esperar su tiempo, sobre todo cuando se ha esperado tanto, eso es justo lo que me está pasando, sentir el agotamiento de la espera, pero escucharlo decirme es en mi tiempo hace que mi corazón descanse porque sé que está haciendo, no me está diciendo soy indiferente a tu petición o no lo voy hacer, solo me dice espera, yo estoy trabajando para entregarlo a mi tiempo, es como querer en julio los regalos de navidad, jummmm
Es importante que mientras esperamos recordemos la fidelidad de Dios en el pasado, que muchas veces ya lo ha hecho por y para nosotras porque si no lo hacemos va a ser muy difícil cuando nos encontramos con esas situaciones sin respuesta; esas situaciones que nos pones frente a la voluntad de Dios y nos llevan a renunciar a la de nosotras y te das cuenta que Dios siempre quiere llevarnos a ese lugar extremo donde no podemos manejar las cosas por nosotras mismas, donde debemos rendirnos y sacar bandera blanca y entre lágrimas decir como Jesús y María: “Que se haga tu voluntad y no la mía”, ese lugar donde entre lágrimas nos rendimos y dejamos de pelear.
Hay algo muy especial con Dios, no le gusta mucho la teoría, Él todo lo lleva a la práctica así que siempre buscará que vivamos la prueba para enseñarnos.
💜 Hebreos 10:23 dice que nos mantengamos firmes, es una forma de decir que si no hemos visto nada, que lo veremos, que perseveremos en nuestra fe, para mí la vida de Job es todo un reto porque a pesar de todas sus circunstancias tan difíciles no dejo de alabar a Dios, de creer en sus planes de bien y eso debemos hacer nosotras en el momento de la oscuridad y no respuesta, alabarlo, no dejar de creer en su bondad, creo que eso es lo que siempre ha querido el diablo desde la caída de la humanidad en el paraíso, que no creamos que Él es un papá bueno que siempre va a querer lo mejor para nosotras, que Él más que nadie sabe lo que necesitamos y cuando lo necesitamos.
En ocasiones esas peticiones deben llegar cuando nuestro corazón está alineado al de Él, cuando Dios se da cuenta que rendimos nuestra voluntad y dejamos llevar, por eso flotemos en medio de esa no respuesta, en esa espera silenciosa y dolorosa.
Cuando nos enfrentamos a esa prueba de esperar nos damos cuenta que no tenemos el control que el único control que tenemos es en como respondemos ante el dolor y la angustia de esperar esa respuesta o petición.
Saben, para mí lo más difícil de estar en la crisálida es la soledad, pero una y otra vez Dios me muestra que está conmigo, que en medio de la espera Él me acompaña, que tal vez no me da una respuesta que llevo esperando hace 9 años (específicamente desde sep. 8 de 2012), pero que está ahí para mí, cuantas veces lo necesite.
Y por esa no respuesta muchas veces me encuentro a mí misma como Po ( kung fu panda) golpeando mi cabeza contra el mástil de la barca, pidiendo paz interior sin pensar que Jesús sigue en ella, que ya nos había invitado a pasar al otro lado, queriendonos decir pasa la prueba, porque Él nos dijo que fuéramos fuertes y valientes no que haría las cosas fáciles para nosotras, y como en el pasaje de Pedro (uno de mis favoritos) cuando Satanás lo pidió para zarandearlo, se nos pide tener Fe, yo oro que Dios me dé una fe antisísmica para cuando sea mecida en el tamiz y me digo a mí misma como la estrellita de buscando a Nemo: piensa bonito, piensa bonito!!! (sí, así funciona mi cerebro, con canciones, escenas de películas, fragmentos de libros o frases jajajaja)

Porque Él nos prometió que estaría con nosotras, aunque nuestras circunstancias no nos permitan poderlo ver.
Así que en ese tiempo de soledad, oscuridad y quietud el amoroso Padre trabaja en nosotras, mientras nos acompaña para que podamos creer y crecer en nuestra fe.
Él me dijo hace poco:” Y ahora verás lo que yo hago con los que me creen” así que he decidido creer que Él está haciendo, como la canción: Aunque no pueda ver, estás obrando
Aunque no pueda ver, estás obrando
Siempre estás, siempre estás obrando
Siempre estás, siempre estás obrando 🎵🎶
(¿lo leyeron cantando, cierto? A mí también me pasa 🤭 )
De eso se trata la fe de la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve, así que sigamos caminando, sigamos perseverando en oración por ese milagro, petición o respuesta, aunque no veamos nada.
💜 Filipenses 3:13-21 "Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante"
Así que me digo a mí misma: mi misma un día a la vez, hoy no lo lograste pero mañana será un nuevo día y últimamente me recuerdo las veces que lo hizo por mí, que muchas veces me ha sorprendido, porque me gusta orar así, que me sorprenda, por eso tengo el hábito de escribir cada profecía y palabra que me dan y cuando lo necesito me siento y las leo o me pongo cartelitos en la puerta de mi closet y las leo cuando mi fe siente desfallecer, también citas que alimenten mi fe.
Quiero compartirles algunas de las que me han acompañado en este tiempo pero sin antes recordarles que el silencio de Dios no es indiferencia, que al igual que el bambú tus raíces están creciendo y fortaleciéndose en el silencio y la oscuridad de las profundidades de la tierra, que de esa crisálida saldrá una hermosa mariposa, que requiere tiempo el vivir el proceso, que cada estación es necesaria en nuestra vida, pero que la primavera llegará y aunque puedan cortar todas las flores no la detendrán (Pablo Neruda)

Comments