El temido yugo desigual

 "No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?".

2 corintios 6:14

Todas hemos escuchado o leído este pasaje bíblico y nos han enseñado que no debemos unirnos en yugo desigual, es decir con alguien no que profese nuestra misma fe y hemos creído por mucho tiempo que solo el pasaje nos habla de no ser novias o casarnos con alguien que no es cristiano, pero no es así, el yugo desigual también nos habla de carácter, de los gustos y lo ministerial, porque se imaginan alguien que quiere ser misionero y él ni siquiera desea compartirle a alguien???? Sería muy solitario y no me refiero a que ambos deban ser iguales, pero si que deben encajar, alguien que es muy social con alguien asocial en algún momento las diferencias traerán problemas, no hablo de igualdad, sino, de afinidad, de tener cosas que encajen y nos permitan que la convivencia y la relación sea más llevadera, porque de por sí es muy difícil, imagínate siendo tan diferentes. (Aunque debo aclarar que en toda regla hay una excepción).

Cuando las relaciones se construyen en esas diferencias podemos caer en el error que alguno constantemente esté cediendo (por lo general es el más pasivo) o que se hagan actividades donde alguna de las partes no las disfrute.

Las relaciones consisten en conocerse, en permitirle al otro que te vea tal y como eres y si después de eso crees que podrías vivir con esas diferencias dar el paso de pasar el resto de sus vidas juntos, porque si te casas creyendo que él cambiará déjame decirte que  no siempre es así, por eso es tan importante que consideres cada detalle, conozco personas que después de meses de casados ya querían el divorcio porque no soportaban sus malos  hábitos o porque ella quería salir con sus amigas o que la visitaran y él solo quería pasar en casa viendo fútbol.

Si es real que la prioridad es que sea creyente, pero ese no es el todo, no solo debemos querer el que predique y baje el fuego, sino e que esté permitiendo a Dios que moldee su carácter, que sus gustos sean afines, que sus sueños y metas sean similares, pensaba en otro ejemplo, el hombre que quiere hijos y la mujer que no, conocí a dos parejas y ambas mujeres después de sus esposos mucho insistir decidieron aceptar, pero con la condición que ellos se encargarán de la crianza jummmmm. ¿Cómo podemos caminar una vida juntos cuando nuestros sueños tienen rumbos diferentes?

Y es algo que la mayoría en el enamoramiento de la traga o el noviazgo no lo piensan y en el matrimonio que los aterriza sufren las consecuencias y lo sé aún en el matrimonio seguimos conociéndonos, por eso es todo un reto y de ahí la importancia no solo de elegir con el corazón sino con la razón y principalmente con Dios, cuando le dejamos la elección a Él nos da lo mejor.

Así que te animo a tomarte el tiempo de orar para escuchar dirección, pero también el de conocerse. Creo que no hay nada mejor que casarte con tu mejor amigo, aquel que te conoce.