¡Me dejo el tren!!!
Últimamente escucho a muchas mujeres decir que ya están de cierta edad y no se han casado y comienzan a preguntarse si tendrán que ser feliz sin pareja, pero ¿cuál es la edad correcta para casarse? ¿Quién determina cual es esa edad? ¿Y por qué tiene que ser esa?
Y hay días que Dios te enfrenta cara a cara con tu prueba, en el matrimonio de esa amiga, viendo a tu ex que no has olvidado con otra, viendo una a una tus amigas conseguir novio, numerosas invitaciones a matrimonios, babyshowers y pedidas de mano, y no hay reunión familiar donde nos vemos bombardeadas a punta de preguntas o comentarios (la mayoría de tus tías) como:
– ¿Y con quién estás saliendo? Esperemos que este si sea
– ¿Pero con este si va la relación es en serio?
–Es que usted no se puede poner de exigente, vea que ese muchacho la quiere.
– Que ya se están acabando los hombres buenos
Y la peor de todas: ¡usted se va a quedar a vestir santos!
Que hacen que poco a poco la cabeza se llene de un sinfín de preguntas y dudas en las cuales no pensabas antes, especialmente te pone a pensar en una: ¿será que me está dejando el tren?
Así que cuando estás pasando los 30 años tienes muchas dudas y los amigos y familiares te recuerdan a diario que el tren se está pasando y tal vez está llegando la hora casarse, lo que hace que no puedes ver a Dios en la situación, crees que sus promesas nunca se cumplirán y esto te desanima al punto de dejar de orar y poco a poco dejas de soñar, de ilusionarte, pero aunque tu hayas llegado a tu final la palabra no ha terminado en tu vida, si Dios lo prometió Él lo cumple a su tiempo y a ese nivel debemos llegar, el de decirle al señor que es su voluntad no la tuya, que en el tiempo que lo haga está bien y disfrutar la soltería, porque tenemos una idea errónea de estar soltera, pensamos que es un tiempo triste y solo, pero no lo estamos, porque estamos con El, nuestro amado, estamos completas en El, una soltera también puede ser feliz.
Pero sobretodo tener la certeza que Fiel es quien ha prometido y que la oración lo cambia todo.