El amor que se construye

Muchas veces creemos que el amor es una obra terminada y no nos damos cuenta que es algo que en ocasiones requiere de la paciencia y determinación de ir construyendo para obtenerlo. Se que sería mucho mejor cual las películas de Disney encontrarse a un bello príncipe (en paisa a un papacito) y sentir fuegos artificiales, volar en las nubes y mariposas revoloteando, aunque lo sentimos muchas veces el chico que nos gusta no, así que nos espera la maratónica tarea de conquistarlo, armarnos de valor y recordar que para algunos las cosas nos toman un poco más de tiempo y es importante recordar eso para no frustrarse. No creo que el amor que se note fácilmente, sea el único amor que existe, por eso es necesario tomar riesgos con seguridad, nadie se lanza del bungee jumping sin asegurarse el casco y el cinturón, creo que, aunque sea un amor unilateral el otro te deja ver un poco si hay esperanza y conocer a alguien y enamorarse es maravilloso así se convierta en dolor.

En ocasiones hay que entrar en el reposo de Dios y aprender a esperar, porque cuando nos lanzamos a ciegas terminamos con un sapo o peor aún con un renacuajo y sé que hay cosas que no se han dado porque te mereces un príncipe, no te conformes con menos, hay príncipes que parecen, pero no lo son.

Me fascina las nota mentales, creo que nos ayudan a poner todo en perspectiva, a recordarnos que si o que definitivamente no, debemos seguir intentando, una buena nota mental es el recordarte que Dios tiene algo mejor.

Cuando se está construyendo se debe tener cuidado porque puede ser una emoción y uno compromete el corazón de otra persona y termina lastimando o lastimándose. El reto es identificar las señales y no mal interpretarlas.

Antes de llegar a la rosa, las espinas no pasan desapercibidas, pero si se pueden evitar las espinas es mucho mejor hacerlo, pero en el amor como en todas las relaciones hay espinas, de eso se trata el conocerse y relacionarse. Hay una canción de Ricardo Arjona (Fuiste tú) que dice: “Que aprendas a querer las espinas o no aceptes rosas y las nubes también hacen parte del paisaje”, todo hace parte de ese construir, el llorar, el dolor, la alegría, la decepción, porque la rosa no solo es la flor, es también las espinas, el tallo y las espinas. Así que, si ese chico va hacer para ti, aunque llueva y relampagueé 🌧🌩; Lo importante es saber que va ha requerir de tu esfuerzo y que no te rindas fácilmente.