Un Dios que primero hace la obra en nosotras

Dios es un Dios de procesos y es por eso que en muchos casos o en la mayoría de casos me atrevo a decir no llega el idóneo, es porque necesita trabajar en nuestros corazones y carácter para entregarnos lo que le hemos pedido. Suelo decir que Dios es un maestro vivencial a Él le gusta todo práctico poco teórico y en la medida que le permitamos hacer la obra en nosotras más rápido recibimos lo que deseamos. Si adelantamos los procesos podemos abortar su obra, por eso muchas veces las relaciones son un fracaso, porque son corazones lastimados buscando sanidad en otro corazón lastimado. Nunca se debe buscar la felicidad en otros porque depende de cada uno y si se logra entender que debes buscar ser sana primero y que no debes buscar a alguien para que te complemente porque no eres una obra inconclusa en el amado sino para que te refuerce, para que te fortalezca y te ayude a crecer será de bendición la relación.

Dios necesita trabajar cada área lastimada, cada vacío, cada faltante para cuando no llegue el idóneo, no sea alguien que le quite el primer lugar en tu corazón a Dios porque Él es un Dios celoso y cuidador de quienes ama y siendo nosotras sus princesas de seguro no permitirá que seamos lastimadas a menos que nosotras no permitamos su voluntad en nuestra vida.